viernes, 4 de junio de 2021

Texto de Apoyo Unidad 3 El declive del concepto de clase.

TEXTO DE APOYO 

 

Unidad 3 –  Los enfoques posclasistas y sus pretensiones de obsolescencia del análisis de clase: antagonismo sin clases

 

Cuestionamientos al concepto de clase en las ciencias sociales contemporáneas. Las sociedades del capitalismo global del conocimiento y los servicios ¿siguen siendo clasistas? ¿Las relaciones sociales y el antagonismo se ordenan por otros patrones no clasistas? El pos class analysis y las tendencias posestructuralistas. Las fuentes alternativas de diferenciación social: etnicidad, género y estilos de vida. Los planteos posmarxistas sobre las clases: Laclau. La cuestión crucial del antagonismo social. Antagonismo y subalternidad. La clase como identidad contingente. El populismo y la lucha de clases.

 

Textos a leer e intervenir:

https://drive.google.com/drive/folders/1zXEdZC3AB7ezQgh7YFpnhEYRn-f7BlT9?usp=sharing

 

La impugnación posclasista o las muertes de la clase

 

En esta Unidad vamos a repasar los principales argumentos en contra de la vigencia o validez de la categoría clase social.

En el texto mío se hace un repaso abreviado de 3 causas de muerte:

                 a) Epistemológica, en tanto que los conceptos colectivos son maneras de hablar que no aluden a entidades reales, lo que reduce el lenguaje de clase a agregados estadísticos útiles pero que excluye la posibilidad de asignarle acciones o identidades.

 

                 b) Ideológica, en la crítica de raíz  anarquista la clase aparece como la prisión conceptual del proceso de transformación social en solidaridad con los conceptos de Partido y Estado. Sería un concepto de pretensión totalitaria y mesiánica.

 

                 c) Sociohistórica: un cúmulo grande de procesos históricos desde fines del siglo XIX que van desmintiendo los pronósticos y las explicaciones en términos de clases: aparición de las clases medias, despolarización de la estructura social, proliferación del sector gerencial y técnico-profesional, alteración de la propiedad privada al convertirse en flujos accionarios por los cuales hasta los mismos trabajadores tienen acceso a la propiedad de los medios de producción.

 

La literatura habla de 4 grandes tendencias al desclasamiento en el capitalismo avanzado contemporáneo:

 

                 - el desclasamiento del voto y de las preferencias políticas e ideológicas ciudadanas;

                 - el cambio en la estructura económica a favor de los servicios y la información en vez de la industria y el trabajo manual (posindustrialismo);

                  - el cambio en la organización del trabajo con mayor implicación de los trabajadores y reducción de la carga manual y aumento de la mental (posfordismo); y

                 - el progresivo incremento del valor cultural e identitario del consumo y la educación como fuentes de identidad individual y colectiva lo que deja a la clase como débil estructurador de la conciencia (posmodernismo).

 

Crompton señala las dificultades de la sociología académica para alcanzar conceptos precisos y diferenciar clase de estructura ocupacional. El empleo se flexibiliza, las personas rotan permanentemente y tienen pluriempleo, las ocupaciones se redefinen por la aceleración tecnológica, avanzan los servicios a expensas del trabajo manual, etc. Además la estructura ocupacional lábil no explica por sí porqué la ocupación de lugares sigue patrones de género, raza, nacionalidad, edad, etc.

Aparecen fenómenos como el trabajo no manual degradado y rutinario descualificado y la “movilidad aparente o espuria” (mejor ocupación, pero iguales o peores condiciones de paga, protecciones y carga laboral).

 

El papel de la mujer es también un problema teórico y metodológico: su incremento espectacular en la composición de la fuerza de trabajo obliga a redefinir al hogar como unidad de análisis de clase, la pertenencia de clase no está tan nítidamente en la cabeza de familia, sino que es una construcción más compleja. Aparecen nociones borrosas como “clase conyugal” y problemas para asignar clases en hogares con doble inserción ocupacional contradictoria.

 

Por otra parte dentro mismo del marxismo aparecen corrientes posmarxistas/posestructuralistas que renuncian a la “objetividad” de los intereses y pasan a considerar que las identidades e intereses se constituyen en el “discurso”. El concepto de clase queda carente de fundamento “estructural” y avanzan nociones como pueblo y movimientos sociales que enarbolan nuevas formaciones discursivas en torno a demandas “no clasistas” ambientales, identitarias, de género, estilos de vida, etc. Lo mismo hacen los movimientos conservadores de nueva derecha: familia, valores religiosos, tradiciones nacionales, etc.

 

La estructura social se llena de posiciones ejercidas por empleados asalariados que cumplen funciones de control y dirección del resto de la fuerza de trabajo, son explotados al tiempo que auxilian a la explotación.  La llamada “clase de servicios” es leída como conservadora por algunos y como impulsora del capitalismo “desorganizado” por otros.

 

Se hace patente un déficit en la teoría de la acción de clase: la secuencia ESTRUCTURA-FORMACION SOCIODEMOGRAFICA – CONCIENCIA – ACCION O LUCHA, está viciada por la evidente influencia de factores como el consumo, los estilos de vida, el estatus, los procesos de segregación urbana de bases étnicas, las creencias culturales y religiosas, las distintas tradiciones o experiencias organizativas y de lucha colectiva, etc.

 

Se perfila una estructura de clases mucho más compleja que la dicotómica o la gradacional simple: una elite de poder concentrado que acapara los bienes estratégicos, una clase media profesional experta que gestiona y administra, una clase media rutinaria y descualificada crecientemente feminizada, una clase obrera heterogeneizada  que mezcla trabajo manual y no manual, precarizada y geográficamente dispersa, y una “infraclase” dependiente de asistencia pública y privada de derechos y bienestar mínimos.

 

Los textos de Furbank y de Pakulski son importantes porque exponen posiciones radicales de rechazo a la utilidad de la categoría clase como instrumento de análisis científico riguroso. Furbank opta por un enfoque cultural de los usos sociales del nombre "clases" como medio de diferenciación social en la cotidianidad de la vida histórica y le resta toda posibilidad a su conversión en categoría sociológica que pueda develar la “objetividad” de las relaciones sociales. La clase es una manera de hablar intencionada que produce el placer de la diferenciación de los otros.

 

Pakulski parte del análisis de la complejidad multifactorial de los procesos de diferenciación social del capitalismo contemporáneo y de la extrema inestabilidad dinámica de los mismos para concluir que una categoría estática como clase no puede ayudarnos. 

 

En mi libro y en la ponencia sobre las miserias del marxismo y el weberismo van a encontrar un argumento de inconsistencia lógica interna del concepto de clase tal como aparece en el paradigma fundacional. Por un lado, la ambiguedad de origen que no logra romper claramente con el concepto de estamento. Marx todavía es tributario de atribuirle a la clase un caracter cerrado de estamento.

Por otro lado, la sociología académica toma 3 axiomas del concepto de clase que se contradicen entre sí: el caracter formalmente abierto de las clases, los mecanismos de coerción impersonal que asignan posiciones a los agentes, y el papel explicativo central del cambio social e histórico.

1) Golpea los ojos la evidente incongruencia de "grupo formalmente abierto pero fácticamente cerrado".

2) Si las clases son colectivos producidos por efectos distributivos "forzados objetivamente", no podrían constituir colectivos efectivamente abiertos y si se mantiene que son colectivos abiertos, no tendría sentido explicarlos por distribuciones forzadas por criterios objetivos.

3) Si las clases son colectivos potencialmente privilegiados para explicar el cambio, entonces en algún punto inciden sobre las fuerzas objetivas como determinantes y así estas fuerzas dejan de ser "objetivamente” determinantes, ya que estarían expuestas a lo determinado. Si las clases son elementos históricos activos, no pueden ser objeto de explicaciones basadas en objetividades

y si son explicadas por fuerzas objetivas no pueden ser elementos históricos activos. 

4) La gran aporía del concepto "autofundamentado". Las diferencias "clasistas" son fundamentales para la explicación del cambio y el orden social. Si la vida social depende de ellas estamos ante un brutal pleonasmo, ya que lo que explica está incluido en lo explicado. La denotación de cambio u orden social en sentido estricto tiene por parte principal justamente la estructura de clases: ¿qué otra cosa distinta o más importante designa orden social que las diferencias que atraviesan la vida colectiva? 

Un mero examen de consistencia lógica entre los axiomas de las sugestivas y contradictorias herencias weberiano-marxianas, arroja que son nítidamente redundantes, paralógicas, autoexplicativas. 

 

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Texto de apoyo Unidad V- Aproximaciones al análisis de clase y los antagonismos en las sociedades latinoamericanas contemporáneas

 2 Links para la bibliografía Unidad 5   https://drive.google.com/drive/folders/1fFl4eZkp5OLyNMZZslu7sR1PMLY8p66z?usp=sharing https://drive....