Es excelente el uso de los descriptores de Gurvitch para detectar fenómenos de clase y también hay enriquecedoras referencias a otros autores. Solo para discutir o debatir o pensar con más detenimiento. El trabajo parte de la reivindicación teórica del concepto de relaciones de producciòn como el canto que une las caras de neoliberalismo y globalización. Sin embargo, hay puntos oscuros en esto: la mayoría de las empresas globales son empresas cuyos propietarios son fondos de inversiòn cuya mayoría de cuotapartistas muchas veces son los mismos trabajadores con sus aportes previsionales o incluso instituciones si fines de lucro como Universidades que tienen cuantiosos fondos institucionales o Estados nacionales como Suecia que tiene el fondo de inversión más grande del mundo. El concepto de propiedad, su fluidificación, tiene que ser tomado en consideración para pensar estas cosas. Por ejemplo: a dónde van a protestar los trabajadores de las empresas de plataformas? si muchas no tienen siquiera una sede o la que tienen es puramente a los efectos legales. Presupongo incluso que en un conflicto los trabajadores les cuesta encontrar una contraparte a la que hacer los reclamos que terminan siendo reclamos a la autoridad pública para que regule. Otras empresas no tienen por función primaria de generación de excedentes tomarlos de la explotación de la fuerza de trabajo, sino de hacer una diferencia financiera con la cotización accionaria o, al manejar una considerable cantidad de dinero diario, inversiones financieras. Es decir, son fenómenos de ganancias en tanto activos bursátiles sometidos a expectativas y especulación más que un negocio que extrae excedente de los trabajadores.
Bienvenidos, este es el espacio de trabajo de la materia optativa 2021 "Antagonismo social y teoría de las clases. Debates y perspectivas contemporáneas de dos conceptos escurridizos" de la Carrera de Sociología. Aquí tanto docentes como alumnos pueden proponer consignas para trabajar los textos, material de interés, ejes para debatir o dudas sobre cualquier cosa. Esperamos tu participación y que el blog entre en movimiento es decir sea movilizador y movilizado.
martes, 8 de septiembre de 2020
Devolución Trabajos Finales y notas-
Es excelente el uso de los descriptores de Gurvitch para detectar fenómenos de clase y también hay enriquecedoras referencias a otros autores. Solo para discutir o debatir o pensar con más detenimiento. El trabajo parte de la reivindicación teórica del concepto de relaciones de producciòn como el canto que une las caras de neoliberalismo y globalización. Sin embargo, hay puntos oscuros en esto: la mayoría de las empresas globales son empresas cuyos propietarios son fondos de inversiòn cuya mayoría de cuotapartistas muchas veces son los mismos trabajadores con sus aportes previsionales o incluso instituciones si fines de lucro como Universidades que tienen cuantiosos fondos institucionales o Estados nacionales como Suecia que tiene el fondo de inversión más grande del mundo. El concepto de propiedad, su fluidificación, tiene que ser tomado en consideración para pensar estas cosas. Por ejemplo: a dónde van a protestar los trabajadores de las empresas de plataformas? si muchas no tienen siquiera una sede o la que tienen es puramente a los efectos legales. Presupongo incluso que en un conflicto los trabajadores les cuesta encontrar una contraparte a la que hacer los reclamos que terminan siendo reclamos a la autoridad pública para que regule. Otras empresas no tienen por función primaria de generación de excedentes tomarlos de la explotación de la fuerza de trabajo, sino de hacer una diferencia financiera con la cotización accionaria o, al manejar una considerable cantidad de dinero diario, inversiones financieras. Es decir, son fenómenos de ganancias en tanto activos bursátiles sometidos a expectativas y especulación más que un negocio que extrae excedente de los trabajadores.
lunes, 10 de agosto de 2020
Material de apoyo. Los jacobinos negros de C L R. James.
viernes, 31 de julio de 2020
Material de apoyo. Díaz Polanco: Etnia, clase y cuestión nacional.
Material de apoyo Unidad V-Aproximaciones al
análisis de clase y los antagonismos en las sociedades latinoamericanas
contemporáneas. Díaz Polanco: Etnia, clase y cuestión nacional.
Una de las cuestiones centrales
para el análisis de las sociedades latinoamericanas es la relación entre etnia
y clase. Justamente en México es uno de los países latinoamericanos donde esta
cuestión se hace más evidente. México es el país latinoamericano con mayor
población, según datos del Banco Mundial para 2019 alcanzaban a 27,5 millones
de personas representando al 20% de la población total del país. Asimismo este
país ha pasado por un proceso revolucionario con una fuerte participación
popular en 1910.
El Estado nacional mexicano tras
la revolución de 1910 fue adquiriendo una matriz indigenista, lo que llevó a
incorporar a los pueblos indios como parte de su historia, primeros habitantes
y fundadores de la nación. Pero a pesar de esta valoración y de haber
participado en la revolución, los pueblos originarios quedaron marginados de
las estructuras gubernamentales. Se tenía una visión sobre ellos como sujetos de
asistencia pública hasta que superaran su “estado de atraso”. De esta manera,
se los anulaba como sujetos capaces de emprender su propio camino. Aunque este
no fue el único trato recibido, ya que el tipo de democracia establecida por el
partido político mexicano más duradero en el poder, el Partido Revolucionario
Institucional, implicó un continuo proceso de integración y exclusión de todos
los disidentes del régimen en general. Por ello, la integración de las
distintas etnias se produjo bajo la particularidad de los cacicazgos,
continuando el modelo colonial de integración-resitencia.
Por ello, Díaz Polanco señala que
históricamente se pensaba que como consecuencia de desarrollo, de las
unificaciones nacionales, las diferencias étnicas y nacionales tenderían
gradualmente a desaparecer produciéndose una mayor homogeneización. Desde el
punto de vista conservador se señalaba que los pueblos que mostraban rasgos
diferentes y particulares se encontraban en fases atrasadas y que estas
diferencias iban a ir desapareciendo gracias al progreso. En cambio, desde el
marxismo se pensaba que las particularidades de las minorías nacionales
regionales o étnicas serían absorbidas por los grandes conjuntos nacionales que
se constituían en Estados, haciéndolas también desaparecer. De la misma manera
los propios contrastes nacionales tendían a desaparecer con el desarrollo del
capitalismo y que la toma del poder por el proletariado enfatizaría esta
situación aún más.
Pero, la historia ha demostrado
la falencia de estas teorías, muchos de estos pueblos considerados
prácticamente como ruinas han mostrado una vitalidad imprevista, incluso de
carácter revolucionario. Esto puede verse tanto en la rebelión zapatista que ha
conformado una organización política autónoma del Estado de México, en una
región de tamaño similar a Bélgica. Como en las rebeliones de principios de
siglo XXI en Bolivia (primera y segunda guerra del agua, guerra del gas) que de
alguna manera fue el antecedente para que por primera vez en la historia
latinoamericana un indígena llegara a presidente.
Claramente la cuestión étnica es
fundamental, aunque nos encontramos von cuatro enfoques fundamentales:
1. Aquel
que no reconoce lo étnico como un fenómeno relevante desde el punto de vista
social o político. Propone el análisis y la acción basados exclusivamente desde
la perspectiva de las clases sociales. El resultado es una sustitución de la
etnia por la clase.
2. Es
una inversión del anterior. Se sostiene que el fenómeno étnico no solo es
irreductible a la problemática clasista, sino que además el análisis de clase
es irrelevante para el entendimiento del primero. Tal punto de vista se
sustenta en la tesis que el fenómeno étnico es independiente de la estructura
de clases de la sociedad. Es decir, lo étnico es una esfera específica y
particular de la sociedad que no es impactada por la dinámica estructural,
además de que lo étnico es anterior a la aparición de las clases.
3. Se
postula que se tratan de fenómenos distintos, pero que si se atraviesan
procesos adecuados unos tienen que transformarse en el otro: lo étnico debe evolucionar
hacia lo clasista; y lo clasista prefigura aquello en lo que debería
convertirse lo étnico. Este enfoque corresponde a la visión burguesa que
observa al fenómeno étnico como una fase en el curso del desarrollo capitalista
que será finalmente superada. En una versión más elaborada de la misma tesitura
a este proceso se le llamará “integración”, pasando estos grupos de esta manera
a formar parte de la “nación”. Lo básico de la integración radicará en que los
indígenas se convertirán en proletarios, es decir, venderán su fuerza de
trabajo por un salario.
4. Se
comienza postulando que etnia y clase “no son del mismo orden”, por tratarse de
uno se debe esperar, como plantea el indigenismo que de la condición étnica se
pasará directamente a la clase, pues sencillamente lo étnico no es una etapa
provisoria. Se desea enfatizar de esta manera las especificidades de lo étnico,
apoyándose en una postura antirreduccionista. Pero esta postura al mantener los
dos órdenes separados termina por desvincular el fenómeno étnico de la
estructura socioeconómica en la que se inserta y se hace independiente de la
conformación clasista de la sociedad. Otra vez nos volvemos a encontrar con la
bipolaridad sin solución para la
problemática básica, la cuestión de su relación histórico-cultural.
Por esto es necesario definir la
especificidad del fenómeno étnico. Y en este sentido lo étnico no es más que las
muy variables formas en que se articulan y estructuran concretamente los
elementos de orden sociocultural. Por ello, de acuerdo a esta definición no se
debe atribuir la cualidad étnica exclusivamente a ciertos grupos o conjuntos
sociales. Todo grupo social constituido
posee su etnicidad propia. O dicho de otra manera, la etnicidad debe ser
considerada como una dimensión de las clases, o como un nivel de las mismas. Toda clase o grupo social posee una
dimensión étnica propia.
Los distintos componentes o
dimensiones que configuran la naturaleza de las clases sociales permiten
desarrollar formas de identidad y solidaridad en diferentes escalas. Estas
formas de identidad social son muy variables, pueden desarrollarse a partir de
componentes étnicos. En el momento que esto sucede y sus condiciones de
ocurrencia dependen de factores históricos concretos estamos justamente ante
una etnia o un grupo étnico. Este se
caracteriza por ser un grupo social que ha desarrollado una fuerte solidaridad
o identidad social a partir de los componentes étnicos. En base a esa
identidad puede definirse como tal y además establecer la diferencia o el
contraste respecto a otros grupos.
La étnica es el grupo social que
ha desarrollado formas de identidad enfatizando los componentes étnicos. Por
ello, lo étnico no es un elemento extraño al clasista y los grupos étnicos no
pierden por ser tales su carácter y raíz de clase.
Señala Díaz Polanco que es
justamente porque la etnicidad no es realmente ajena a las clases y porque los
grupos étnicos no dejan de vincularse en la estructura de la sociedad que el
adecuado conocimiento histórico del fenómeno étnico en las sociedades complejas
debe adoptar como punto de partida analítico la composición clasista de la formación
concreta de que se trate.
Si comprendemos a la etnicidad
como una dimensión de las clases, es posible determinar que podría haber diferentes
formas étnicas particulares dentro de una misma clase social. Y estas dimensiones
étnicas pueden ser útiles para la caracterización de ciertos subconjuntos
clasistas. Este parece ser el caso de los grupos indígenas en América Latina,
que conforman grupos étnicos particulares, aunque sean parte de la clase social
que podríamos denominar campesinado.
También es posible que la misma
configuración étnica sirva de cúpula a varias clases sociales articuladas, una
estructura clasista en una formación social concreta. Estaríamos en presencia
entonces de una nacionalidad, por lo tanto, la etnicidad puede ser el sustento
tanto de las etnias como de las nacionalidades; pero es importante
distinguirlas, pues se trata de entidades distintas. La nacionalidad constituye
una formación clasista que desarrolla una identidad propia sobre la base de
componentes étnicos y que tiende a definir un proyecto de autodeterminación,
precisamente porque se encuentra integrada en un espacio estatal que no acepta
como propio, su tendencia en cuanto movimiento nacional es crear un
Estado-Nación distinto. Por ello aparece una entidad oprimida lo que fortalece
la solidaridad nacional y favorece a los movimientos orientados a realizar el
proyecto de autodeterminación. Se puede tomar como ejemplo de esto el
Movimiento Katarista en Bolivia que lideraba Felipe Quispe, éste movimiento
recuperaba las luchas de Tupac Katari y Zárate Willka, pero no como constitucionalistas,
ni reformadores del Estado colonial, sino como luchadores que planteaban que la
única manera de conseguir la liberación indígena es reconstituyendo la sociedad
de antes de la colonia. Esta posición diagnosticaba la existencia de dos
bolivias: una criolla-mestiza, que es precisamente la nación dominante, la que
expresa la cultura legítima de las elites; otra indígena mayoritaria, despojada
de poder, despojada de los recursos y sometida a la exclusión. Esta posición se
conoce como “autodeterminista”, porque plantea el derecho a la plena
autodeterminación de las naciones indígenas.
Para finalizar con Díaz Polanco,
es importante recordar los prejuicios de los que debemos desembarazarnos a la
hora de analizar las luchas de los grupos étnicos:
·
Exigir a los grupos oprimidos que adopten el
proyecto proletario como requisito previo para recibir el apoyo revolucionario,
terminan por alejarlo de éste.
·
La viabilidad de los movimientos dependerá del
grado de la misma lucha que realicen los pueblos.
·
Las cuestiones étnicas y nacionales no pueden
ser aplazadas hasta la consecución del socialismo. Debe realizarse de inmediato
con el apoyo del movimiento revolucionario.
miércoles, 29 de julio de 2020
Texto de Apoyo y TP Unidad 5 (colgar antes del 15/8)
https://drive.google.com/drive/folders/1fFl4eZkp5OLyNMZZslu7sR1PMLY8p66z?usp=sharing
https://drive.google.com/drive/folders/1sBIpThIAltM5lhpdjjOVKTt_4LpQPGFQ?usp=sharing
En esta unidad la bibliografía es libre, pueden seleccionar lo que quieran.
Texto Apoyo Unidad 5
La problemática del género en la estructura de clases.
El texto de G. Gomez Rojas, retoma el tema de la unidad de análisis y la determinación de clase pero a la luz del papel de la mujer. El criterio de tomar el hogar o la determinación directa por la ocupación del jefe de hogar desconoce los cambios en la estructura de clases ocasionados por la participación económica de la mujer. La autopecepción de clase de mujeres y varones controlando por empleo del cónyugue y por factores adicionales al empleo: consumo, ingresos totales, horas trabajadas, muestra mayor autonomía de la mujer en su percepción de clase que la esperada por Goldthorpe en su metodología clásica de atribución automática al jefe de hogar. Además la posición de la mujer también incide en la autopercepción del hombre. El peso de las condiciones materiales en la identidad de clase está tamizado por el género.
Las problemáticas contemporáneas de la clase obrera
Kabat y Egan discuten el valor de conceptos como masa marginal, exclusión, informalidad urbana, economía informal, precariado, historia global del trabajo, nueva esclavitud, etc. Insisten con la unicidad de la clase obrera de acuerdo a los criterios del marxismo para analizar la explotación de la fuerza de trabajo y sus diferenciaciones internas. El análisis de clases sigue pivotando sobre las contradicciones de Capital y Trabajo frente a las nociones laclausianas de pueblo y movimiento y frente a la inclinación a captar la heterogeneidad a través de nociones como “sectores populares” o “marginalidad”, “exclusión”, “precariado”, etc.
Svampa señala la persistencia de la problemática de la marginalidad como central en los debates latinoamericanos: funge como el corazón de la subalternidad urbano popular, y la cara más visible de la modernización perversa y trunca. Se enfatiza bien la dualidad en el tratamiento del tema: el carácter de nuevas formas de reciprocidad y solidaridad comunal con posibilidades de generar ingresos e intercambio alternativos al mercado (economía social, popular, alternativa de base comunal) o bien el carácter residual, de hiperexplotación, de informalidad urbana, y la llamada “nueva cuestión social” en el capitalismo globalizado: acumulación flexible, posfordismo y terciarización temprana y ajuste neoliberal. Todo muy teñido por la problemática francesa de la exclusión (Castels, Rosanvallon): vulnerabilización, desasalarización, desafiliación, zonas de integración, de desafiliación sin densidad relacional y zonas de vulnerabilidad con o sin soportes laborales y sociales. La tesis del polo marginal en la Argentina que retoma los trabajos de Aníbal Quijano en los estudios del Observatorio de la Deuda Social Argentina que ve una consolidación de dos o mas generaciones sin oportunidades de movilidad a pesar de las políticas redistributivas del kirchnerismo.
El carácter protagonista activo del sector “marginal” en A. Latina contrasta con los análisis en Francia. Fuerte territorialización de la organización y capacidad de acción colectiva desde los años 80 incluso con reclamos por tierra urbana e infraestructura. En los 90 vienen los piquetes y la autorganización de proyectos comunitarios. La extensión de las transferencias condicionadas y planes sociales con el 19% de la población latinoamericana, muestran una dependencia del Estado altísima. Así los análisis tienden a verlos como “Laboratorios o fábricas de economías alternativas y sociabilidad solidaria” o “pobreza estructural y subalternidad cautiva del Estado”.
La estructura de clases en los últimos años de posneoliberalismo.
Svampa describe la sociedad excluyente instaurada en los años 90 y la desregulación y financierización: la privatización de la vida cotidiana, la ostentosa vida pública de las elites que dejan su invisibilidad de lado, la reproducción de ámbitos de socialización escindidos, las urbanizaciones privadas y los colegios exclusivos para formar clases dirigentes, el estilo kitsch, el apoyo al peronismo menemista, la americanización de la cultura empresarial, la extranjerización, etc. También es un dato importante la polarización interna de clases medias entre ganadores y perdedores. La pérdida de homogeneidad de las clases medias es un dato muy importante a tener en cuenta que las debilita como actor cultural y político.
La cuestión indígena-indiana a la luz del análisis de clases.
El extraordinario sociólogo marxista boliviano Zavaleta Mercado plantea con sencillez y maestría la necesaria articulación entre la lucha de clases y la cuestión nacional. La nación, la lucha por la nación, está atravesada por la cuestión de las clases “nacionales” enfrentadas a las clases oligárquicas extranjerizantes. El campesinado, el proletariado minero y las capas medias e intelectuales tienen sus propias contradicciones pero no pueden defender sus intereses sin enfrentar al imperio encarnado en mineros y latifundistas y tomando a su cargo la tarea de unificar un estado nación moderno. El papel central del proletariado minero, las fragmentaciones de campesinos y las confusiones y oscilaciones de las capas medias en este proceso son una forma de describir la dinámica de las “clases nacionales”.
Diaz Polanco descarta que el problema nacional pudiera ser interpretado como un asunto transitorio y, en tal sentido, secundario para el análisis de clases. Describe tres posiciones teóricas erradas al respecto: “sustitucionista” de la etnia por la clase basada en la falta de significado hitórico y económico de la raza ante procesos como la expansión del capitalismo; “purista” de etnicidad separada de la cuestión material de las clases; “evolucionista” de paso de la etnia y la servidumbre a la clase y el proletariado urbano y rural.
Quizás la gran contribución de este autor es que la base de la pretensión de crear un estado nacional propio es la comunidad de la etnicidad que contiene las contradicciones clasistas. La nación puede articularse a partir de la etnicidad, la lengua y la cultura compartida. Es la base de unificación para la autodeterminación en una nación que contiene los antagonismos de clase en pos de un espacio común de expansión de los intereses particulares de las mismas. La “regionalización” supone que las etnias en su movimiento crean su propio espacio de acción desbordando fronteras prestablecidas.
Las burguesías dependientes.
Texto de Apoyo Unidad y TP Unidad 4 (colgar antes del 8/8)
Texto de Apoyo Unidad 4- Debates y problemas del análisis clasista de la acción colectiva
Uno de los aspectos más frecuentados en el análisis sociológico es el de las dimensiones clasistas de la política y la movilización colectiva. Para la sociología clásica del siglo XX, política y poder eran fenómenos clasistas por excelencia. Partidos políticos y sindicatos tenían sus propias bases sociales socioeconómicamente identificables que expresaban intereses, ideas y prácticas homogéneas. Fenómenos posteriores como el llamado “desclasamiento del voto y de las preferencias ciudadanas” y la pérdida de identidades basadas en el trabajo y la producción plasmadas en partidos políticos y sindicatos fueron limando el carácter clasista de la política y la lucha por el poder en sentido amplio.
Como vimos al estudiar a los posestructuralistas o a Laclau, la política se convierte en un fenómeno discursivo que no necesariamente responde a un patrón de posicionamiento de intereses materiales y condiciones materiales de vida. Otros teóricos inspirados en el marxismo han innovado en variantes conceptuales para retener la centralidad del abordaje clasista. Es el caso de E. Olin Wright en el texto “Clase y política” (1995: 239-259) en donde se plantea la incidencia de clase en tres niveles del análisis político: situacionales, institucionales y sistémicos.
En un nivel más mediato y complejo, el poder que se ejerce es “institucional”: no es tanto el mando y lo que se quiere imponer como el control de lo que son opciones válidas o legítimas. Es el poder de controlar la agenda de decisiones y de descartar opciones alternativas.
Finalmente hay un poder de base o largo plazo que se denomina “sistémico”, y alude a un sesgo que tiene la forma de organización y distribución de recursos de poder que permite ahorrar esfuerzo en controlar agendas y dar órdenes. Sería el poder incorporado a las reglas; es el poder de fijar la naturaleza del juego de manera favorable.
Los capitalistas tienen enormes recursos financieros y contactos, influencia directa en funcionarios, medios, etc. y una desproporcionada capacidad de conducción política. Pero en este punto sus intervenciones son siempre ajenas al interés del conjunto de la burguesía y se suelen contrarrestar recíprocamente. Los funcionarios y elencos políticos disponen de amplios recursos y de la miopía y apatía de la burguesía fragmentada.
El efecto de poder sistémico reposa en la dependencia de intereses del resto de las clases de la acumulación de capital. En la medida que los intereses del conjunto se articulan a la acumulación, mayor es el sesgo hacia reglas que favorezcan dicha acumulación.
El breve texto de Harvey sobre el significado del poder clasista en el neoliberalismo muestra algunas de estas cuestiones en la historia más reciente del capitalismo. Hay cambios en la composición de las clases dominantes, la financiarización y el control de los mecanismos monetarios, cambiarios y bursátiles se convierten en estratégicos y subordinan al tradicional gobierno de los medios de producción y la inversión productiva. Las mismas empresas productivas se financierizan y extraen su ganancia no tanto de la explotación del trabajo como de las oportunidades de valorización rentística y especulativa, que requieren también fuerte intervención y control sobre la regulación estatal de mercados y sectores de actividad.
Asimismo se cambia la relación entre accionistas y managers o altos ejecutivos y las estrategias de acumulación por medios financieros configura una nueva gran burguesía con fuerte inclinación a la intervención política. Los fenómenos de concentración personal de la riqueza y la diversificación financiera de la misma hacer que las viejas distinciones entre fracciones productivas, comerciales y bancarias se vayan haciendo anacrónicas. Los nuevos magnates aúnan estrategias financieras, monopolización de servicios (especialmente de comunicación) o bienes de alta tecnología y fuerte influencia estatal…¡¡¡sobre múltiples estados!!!
En el texto de Di Marco sobre el pueblo feminista también se observa que las luchas contra la exclusión social protagonizadas por las mujeres piqueteras y el acoplamiento de demandas como la legalización del aborto a las de inclusión económica en los primeros años de este siglo, significaron un cambio y un impulso decisivos en la conformación del movimiento feminista. Clase y género no pueden separarse fácilmente en los procesos de movilización colectiva.
martes, 23 de junio de 2020
Ejemplo de trabajo en el Voicethread sobre el texto de Ossowsky
TRABAJO PRACTICO UNIDAD 3 (COLGAR ANTES DEL 7/7)
Texto de apoyo: S. Lash y M. Castells. Infraclase, guetificación etnica y sociedad red
Texto de apoyo: las clases en neomarxismos y posmarxismos
Texto de apoyo Unidad V- Aproximaciones al análisis de clase y los antagonismos en las sociedades latinoamericanas contemporáneas
2 Links para la bibliografía Unidad 5 https://drive.google.com/drive/folders/1fFl4eZkp5OLyNMZZslu7sR1PMLY8p66z?usp=sharing https://drive....
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Dictar una materia como esta en un contexto de pandemia no deja de tener un amargo dejo poético: el COVID/19 es tan escurridizo y peligroso...
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