martes, 16 de abril de 2019

Texto de apoyo y Trabajo Práctico Unidad 2. (colgar antes del 10/5)


Texto de apoyo Unidad 2
Los pantanos teóricos en que nos metieron Marx y Weber y los intentos posclásicos de salir (2da parte)

Ossowski (1969), un marxista polaco, es quien ha leído con mayor detenimiento el potencial explosivo de contradicciones sobre las clases que anida en la obra marxiana. Define al marxismo como una “exorbitante síntesis” omniabarcativa de múltiples disciplinas (sociología, economía, filosofía, historia, política); que mezcla una ética normativa de fines revolucionarios con explicaciones legaliformes positivistas de leyes de desarrollo histórico; que  combina tradiciones multiculturales europeas: economía inglesa, filosofía alemana, y socialismo francés.
Así, la dicotomía básica (burguesía / proletariado) del Marx dramaturgo-revolucionario de algunas obras se acompaña del delicado análisis de clases intermedias del Marx historiador o cronista social de su época.
Sin embargo, hay un criterio tricotómico sistémico en el punto de partida de Marx que sostiene  3 y solo 3 tipos de relaciones de la fuerza de trabajo con los medios de producción, que proviene del cruce del criterio de 1) posesión/desposesión de los medios de producción, con el de 2) si trabajan o no trabajan, con el de 3) si son explotados, explotan o ni uno ni otro.
 Si cruzamos el criterio 1 y el 3 tenemos el siguiente cuadro.

POSEEDORES MEDIOS PRODUCCION.

                      DESPOSEÍDOS
EXPLOTAN FUERZA DE TRABAJO


BURGUESÍA
NO EXPLOTAN FUERZA DE TRABAJO


INTERMEDIAS
VENDEN FUERZA DE TRABAJO Y SON EXPLOTADOS


OBREROS
NO VENDEN Y NI SON EXPLOTADOS



LUMPEN

Si cruzamos el criterio 2 y 3 tenemos el siguiente cuadro.

NO TRABAJAN Y EXPLOTAN



CAPITALISTAS
TRABAJAN Y EXPLOTAN


PEQUEÑA BURGUESIA CAPITALISTA
TRABAJAN Y NO EXPLOTAN


PEQUEÑA BURGUESÍA INDEPENDIENTE
TRABAJAN Y SON EXPLOTADOS



PROLETARIADO
NO TRABAJAN NI EXPLOTAN



DESCLASADOS

En Ossowski se observa que la combinación de criterios dicotómicos sistémicos tiene líneas de fuga no dicotómicas.
También hay fuertes contradicciones no resueltas en las elaboraciones sobre la lucha de clases: como lucha emancipatoria sempiterna de opresores minoritarios y masas oprimidas, o como lucha entre minorías competitivas por el poder. Engels en el prólogo a “Las luchas de clases en Francia” llega a reconocer por la evidencia histórica que las masas se involucran detrás de minorías, o sea que los oprimidos no son los que se enfrentan de manera directa por su liberación sino al servicio de clases minoritarias. Incluso para algunos marxistas las luchas de las masas oprimidas pueden obstaculizar la lucha progresiva de una minoría adelantada contra una atrasada.  Del mismo modo, la lucha de clases no es necesariamente reducida a luchas entre explotadores y explotados, sino que puede ampliarse a luchas entre intereses contrapuestos en sentido lato. Si la programática revolucionaria va hacia lo primero, los estudios históricos van hacia lo segundo.

Sobre este núcleo incandescente de cuestiones irresueltas el marxismo “occidental” ha derivado en diversas vertientes al combinarse con tradiciones intelectuales o influencia de disciplinas científicas: el estructuralismo, el historicismo y el individualismo metodológico han generado distintos modos de análisis marxista de la cuestión de las clases, de los cuales solo vamos a ver algunas de sus expresiones más reconocidas.
El griego Poulantzas discípulo de Althusser ha sido sin dudas el más brillante teórico de las clases dentro de la corriente estructuralista de los años 60 y 70. Abandona sin mucho ruido la definición leninista clásica centrada en el modo de producción, y dice que las clases no se constituyen en el campo de las relaciones estructurales, sino en el campo de las relaciones sociales, es decir, el campo de los efectos conjuntos de estructuras economico-político e ideológico. El concepto de clase social entonces no se corresponde con estructuras sino con prácticas, específicamente, prácticas de lucha en las que son decisivos dos conceptos específicos: intereses y poder.
Sin embargo, el papel de las estructuras sigue siendo una clave de análisis insoslayable a través de lo que él denomina la doble articulación del concepto de clases con las estructuras: las estructuras delimitan la capacidad de las prácticas de transformar las mismas estructuras. Las prácticas antagónicas donde se dirime poder e interés pueden agrupar a los agentes en clases y sus luchas cambiar la historia, pero solo hasta el punto en que las mismas estructuras (relaciones de producción y fuerzas productivas) las limitan.
Según este planteo las clases se constituyen en la lucha de clases integrando los niveles económico- político- ideológico, limitadas por las relaciones estructurales en cuánto agentes con eficacia histórica.   

El marxismo analítico del que ya hemos visto a E. Olin Wright, un autor importante recientemente fallecido y visitante en más de una oportunidad de nuestra facultad, ha introducido en el marxismo los principios del empirismo lógico, el individualismo metodológico y la teoría de juegos estratégicos. Las clases se definen por el tipo de estrategias que están obligadas a realizar al tener (o no tener) acceso a algún bien estratégico: los medios de producción, la tierra, los medios de crédito, los conocimientos y la tecnología, etc. Comprar y vender fuerza de trabajo, hipotecar o prestar bienes propios, o comprar y vender saberes o técnicas son los comportamientos que nos constituyen como clase. Son los intercambios no exentos de lucha y antagonismo los que definen las clases. En este contexto realizan su aporte para entender desde el marxismo el fenómeno de la despolarización de la estructura de clases y la emergencia de las llamadas clases medias, con sus “posiciones paradójicas”.

El artículo de Przeworski muestra que la imagen de la sociedad de clases del marxismo originario se basa en la homogeneidad de la masa amorfa de clases bajas a mitad del Siglo XIX  en que las posiciones respecto de los medios de producción coincidían con una segmentación nítida y catastrófica de la población entre ricos y pobres. La condición de propiedad definía per se la situación en la vida social.
Sin embargo, hacia fines de siglo XIX se puede observar una incipiente clase media (trabajadores no manuales, con pequeña propiedad, educación, etc.) que consume lo que no produce y la lucha de clases organiza el excedente con amplios grados de libertad respecto del proceso de acumulación capitalista. La determinación política ideológica de las clases medias a través de las luchas incide sobre los procesos de acumulación / distribución. Hay efectos continuos de las luchas por organizar la sociedad y no son sujetos continuos que emanan de realidades estructurales sino que se reconfiguran dinámicamente. Las clases en lucha son efecto de luchas de clases. Las luchas mejoran salarios y distribución de la propiedad inmueble, la educación y las pensiones, con ello se reconfigura la estructura de clases.  Las clases mismas se definen en torno a las luchas: lucha sobre clases en vez de lucha entre clases. ¿Las clases medias son parte o no de la clase trabajadora?, ¿son una tercer clase enfrentada con la burguesía y el proletariado?, ¿o son simples fieles servidores de la burguesía?, son cuestiones en torno a las que hay una lucha de clases.

Thompson es el principal historiador marxista británico conocido por revolucionar la historia obrera y popular, partiendo de la radical disociación entre la cultura y la política de los de arriba y los de abajo. Aboga por un reconstruir la visión histórica desde abajo. Entiende que la Clase “es definida por los hombres al vivir su propia historia” como única definición. Por tanto es una categoría histórica, aunque parte de supuestos de estructuras, determinantes objetivos, relaciones de producción. Es también una categoría heurística que permite organizar la base empirica de investigación histórica, sobre todo cuando “Clase” no es una categoría presente en la época ni usada por ningún agente histórico concreto.
Thompson reivindica a Marx en tanto respeta este carácter  histórico de clase,  pero no a Lenin que plantea una proyección geométrica de las relaciones de producción como única forma de constitución de clase. Rechaza el estructuralismo que prescinde de la historia en la formación de clase. Clase en su uso heurístico es inseparable de lucha de clases. Se ha prestado mucha atención a clase y menos a lucha, que es previo y mucho más universal. “No hay gentes que miran en derredor, encuentran al enemigo y comienzan a luchar. Se encuentran en sociedades estructuradas en modos determinados principal pero no únicamente por modos de producción; experimentan la explotación; identifican intereses antagónicos;  comienzan a luchar y en el transcurso se descubren como clases”. La conciencia es el último paso no el primero. La clase no está instantáneamente presente porque lo profese un modelo teórico. Es un gigantesco error creer que existen clases independientemente de sus relaciones y luchas, “no luchan porque existen sino existen porque luchan”. Las Clases acaecen al vivir los hombres y mujeres sus relaciones de producción y experimentarlas modelando la experiencia culturalmente. Clase se define a sí misma en su acontecer. No hay modelo universal de formación de clases.

Finalmente, no hay forma de evitar el abordaje de los autores más arraigados en el estudio de las clases sociales en los últimos 40 años que tienden a una convergencia entre los enfoques weberianos y neoweberianos, y los diversos enfoques provenientes del marxismo. Encabezados por Bourdieu, intentan desarrollar una sociología constructivista de las clases en la que se ensamblan de manera ecléctica y secuenciada a la manera de capas superpuestas las diversas dimensiones “enclasantes”. La teoría del campo en Bourdieu y la teoría de los factores mediatos e inmediatos de estructuración de clases de Giddens son ejemplos acabados. Los tipos de capital (económico, social y cultural), la articulación de la propiedad económica con las relaciones técnicas de producción y la autoridad, la tecnología, y los estilos de vida y consumo, proveen criterios amplios omniabarcadores lo suficientemente flexibles como para analizar material empírico diverso. Sin embargo, en mi texto (Gomez, 2014) se puede ver que el eclecticismo en realidad termina multiplicando los problemas irresueltos en los puntos de partida primitivos de Marx y Weber que se hacen converger.

Trabajo Práctico Unidad 2.

Una de las cuestiones más debatidas en los últimos 25 años es el papel volátil  de las clases medias frente al neoliberalismo en nuestro país. Fenómenos como el apoyo electoral a las políticas menemistas y la posterior rebelión contra el gobierno de De la Rúa, el apoyo y el enfrentamiento a los gobiernos kirchneristas, y el apoyo y progresivo descontento frente al actual gobierno de Macri, muestran un errático posicionamiento político de clase. Fenómenos como las asambleas barriales, los ahorristas estafados, y los cacerolazos de claro contenido clasemediero desafía los esquemas analíticos vistos en esta unidad. 

Conteste al menos dos de alguna de estas:

1)  ¿Cómo entenderían la volatilidad de la clase media frente a los gobiernos neoliberales los enfoques neoweberianos (elija uno, Parsons, Dahrendorf, Parkin)?
  2)  ¿ Cómo entenderían la volatilidad de la clase media frente a los gobiernos neoliberales los enfoques neomarxistas (elija uno, estructuralista, historicista, marxismo analítico, constructivismos)
3   3)    ¿Cómo analizar de acuerdo a Dahrendorf el tema de los CEOs y la gran burguesía en nuestro país?. Proponga ejemplos.
4   4)    ¿Cómo analizar las políticas de exclusión social neoliberales en términos de “cierre social” y “usurpación” de Parkin?. Proponga ejemplos.
5   5)    ¿Cuáles de los enfoques marxistas o neomarxistas vistos considera más adecuados para interpretar los procesos de lucha de clases en la Argentina actual? Proponga ejemplos.


viernes, 12 de abril de 2019

Texto de apoyo Unidad 2 (parte 1)


Texto de apoyo Unidad 2

Los pantanos teóricos en que nos metieron Marx y Weber y los intentos posclásicos de salir

El punto de partida que la sociología académica desarrolló en el siglo XX fue el de la formalización, estilización o explosiva combinación de los textos dejados por Marx y Weber. Sin embargo, cualquiera puede constatar que, por un lado, Marx no terminó el último capítulo de El Capital, Engels evitó o no fue capaz de escribirlo con lo que finalmente el marxismo “base” sobre las clases es el de Kautsky (con las críticas de Lenin) y, por otro lado, que los textos editados por la esposa de Weber eran papeles borradores que en algunos tópicos se contradicen sobre el tema de las clases al punto que se publicaron en partes distintas de Economía y Sociedad.
Los clásicos no abordaron de manera amplia y sistemática la especificidad de la problemática teórica de las clases y dejaron todo tipo de inconsistencias y omisiones. Las posteriores corrientes marxianas, por un lado, y funcionalistas americana, por otro, intentaron modelizar esta endeblez vía el expediente de ocultar o negar todas sus inconsistencias, en vez de explotarlas o desarrollarlas.
La sociología posclásica abordó 3 campos de debates sobre las clases: 1) El tipo de determinación fundamental o de relaciones sociales privilegiantes de las diferencias de clase (acumulación-trabajo-capital en Marx, mercado-distribución-poder de disposición en Weber); 2) Los factores aglutinantes de la formación de las clases para reconocerlos como agentes sociales diferenciados de otros; 3) La posible eficacia histórica, es decir, su papel en el cambio social.
Veamos las derivas del posweberismo: por un lado, el funcionalismo estructural que retomó la teoría de la acción weberiana y la combinó con la tradición utilitarista – pragmatista anglosajona y con los descubrimientos de teoría de sistemas biológicos y de la sociología de las organizaciones. Por otro lado, los que recuperaron y enfatizaron la teoría del poder weberiana y lo combinaron con ciertos aspectos del marxismo y la teoría de las elites.
Lo primero que hay que resaltar es que para Weber lo que define las clases es la economía: la situación de clase como probabilidades típicas de acceso a bienes que determina oportunidades vitales e intereses semejantes. El siguiente cuadro muestra las distintas variantes estratificadoras presentadas por Weber. Obsérvese que se basa en una amplicación del criterio marxista: ya no solo los medios de producción sino también otros tipos de medios que den oportunidades de apropiación de ingresos, rentas, etc.
Además hace jugar ciertos criterios de formación de clases: las clases “sociales” específicas tienen sus propias formas de cohesión, vida interna y de acción clasista. Con ello podría decirse que no todas las clases económicas llegan a ser clases sociales.

TIPOS DE DETERMINACION DE SITUACION DE CLASE
FUENTE DE PODER DE DISPOSICION
CATEGORIAS DE CLASES  POSITIVAS O NEGATIVAMENTE AVENTAJADAS
CARÁCTER DE LA RELACION DE CLASE



PROPIETARIAS
Monopolios de compra-venta de bienes o servi-cios, patrimonio o capital. Activos reales o financieros.
Privilegios estamentales por títulos educativos
RENTISTAS, PRESTAMISTAS, ACREEDORES
CLASES MEDIAS EDUCADAS
SERVIDUMBRE, DESCLASADOS, DEUDORES, POBRES
FORMA NO DINAMICA DE LUCHA (Esclavistas,  campesinos, artesanos)
Diversidad interna, solo es homogenea la de los desclasados/despo-seidos. Solo desclasados y terratenientes; acreedores y deudores o patriciado y plebe urbana y campesina.
Luchan por acceso a la propiedad.





LUCRATIVAS
Monopolios de bienes lucrativos y aseguramiento de oportunidades
EMPRESARIOS
BANQUEROS
PROFESIONALES LIBERALES
TRABAJADORES CON CUALIDADES MONOPOLICAS
CLASES MEDIAS DE CAMPESINOS Y ARTESANOS, FUNCIONARIOS
TRABAJADORES DE CUALQUIER CALIFICACION NO MONOPOLICA
Conducta homogénea:
-intereses inmediatos enemigos (proletarios contra empresarios y no contra accionistas, campesinos contra estado y no contra terratenientes)
- Masificación de situación típica.
-posibilidad técnica de fácil reunión
-dirección clara de intelectuales externos.



SOCIALES
Altas oportunidades de Interacción personal regular y perduración intergeneracional
PROLETARIADO
PEQUEÑA BURGUESIA
INTELLIGENTSIA Y EXPERTOS
PROPIETARIOS Y PRIVILEGIADOS POR EDUCACION
Fragmentaciones internas por calificación. Ideal de ascenso a Intelligentsia mas que a PB independiente.


Los tipos de bienes (renta o lucro) determinan diversos tipos de cortes de clases. El esquema weberiano limitaba mucho la cuestión de la formación de clases (los estilos de vida homogéneos eran materia del análisis de estamentos) y la cuestión de la eficacia histórica o de poder (en realidad son las asociaciones de dominación y especialmente los partidos políticos los que se encargan de esto, no las clases).
La sociología americana retomó el esquema weberiano pero le adosó la teoría sistémica de los roles y la idea de tendencia hacia el equilibrio basado en las recompensas a la integración y adaptación del sistema.
Parsons ve en las situaciones de clase unas diferenciaciones que reflejan el premio – incentivo que sistémicamente se tiene que dar a aquellos que más contribuyen a la integración y la expansión del sistema. Es el principio de primacía de la integración del sistema: la estratificación se ve íntimamente ligada a la integración. Lo que en Weber podía ser monopolio y coerción en Parsons es un imperativo sistémico por el cual las recompensas o retribuciones a los distintos roles sociales tienen que respetar la contribución que hace cada uno de ellos a la perpetuación y crecimiento del sistema en su conjunto y de los valores normativos que inspiran a los integrantes del sistema.
La estratificación es una función de evaluación sistémica de la actuación de los actores y de la importancia de los roles que desempeñan. Las recompensas materiales (recursos) o simbólicas (prestigio, reputación) tienden a jerarquizar a quienes más aportan a la integración funcional global. La teoría sostiene un principio de correspondencia entre roles y recursos de forma tal que incentive la eficacia social de acuerdo a los fines normativos, obligando  a evaluar la contribución diferencial de las unidades y actores.
Es evidente que este planteo responde defectuosamente a las tres cuestiones heredadas de los clásicos: son los fines valorativos en última instancia lo que justifica las diferencias y no hay bienes o instancias privilegiadas de diferenciación; la formación de clases se reduce a “grupos de estatus” que comparten un tipo específico de recompensa material y simbólica; y no se les asigna papel alguno en el cambio social ni en la acción histórica o política. En todo caso configuran el contexto o paisaje social sobre el que actúan políticos, elites o gobernantes.
La reducción funcional posweberiana no fue el único derrotero de los seguidores de los pasos de Weber.
Dahrendorf es uno de los más grandes teóricos sobre la sociedad clasista industrial y rescata la cuestión del poder como central, además de incorporar varios tópicos típicamente marxistas al análisis. Es un avanzado al situar la teoría de la formación de clase dentro de la teoría del conflicto y el cambio y no al revés. No hay clases sin lucha de clases afirma resuelto en consonancia con el marxismo más combativo.  
Pero contrariamente al marxismo la estructura de clases no proviene de la lógica de la acumulación y la relación capital – trabajo sino, siguiendo la tradición weberiana, de las relaciones de poder efectivas.   Lo importante no es el derecho de propiedad sino el poder de disposición efectiva y el uso de los bienes para diferenciar y excluir. Lejos de la teoría de la integración, Dahrendorf se inscribe en la teoría del conflicto y la dominación.  El demarcador clasista no es ni el mercado ni el capital, sino la distribución diferencial de poder (y exclusión o participación en el poder legítimo) en una asociación de dominación. Es el compartir estas posiciones de manejo de poder sobre bienes lo que da lugar a la aparición de “cuasi grupos” con “intereses latentes”. Son las funciones asignadas en el sistema de poder las
que en su interjuego y ajuste terminan moldeando la conciencia y formalizando los intereses manifiestos (psicológicos y materiales) de las clases.
Las CLASES son entonces resultados de una posición estructural-funcional en una asociación de dominación (típicamente la gran empresa capitalista de posguerra) más las experiencias comunes y la acción organizada para defenderse y atacar las posiciones de otros grupos.
La formación de clases tiene tres dimensiones o factores: TECNICOS (facilidad de agrupamiento, de reunión, acceso a recursos, a ideas comunes); POLITICOS (reconocimiento institucional, legalidad); y SOCIALES (contacto regular, reclutamiento, experiencias comunes).
La GRAN EMPRESA con planificación, profesionalización y nuevas relaciones jurídicas que separan propiedad de control y empresa de capital (managers, accionistas) son proclives a la INSTITUCIONALIZACION DEL CONFLICTO (encapsulamiento) y con ello a los procesos de formación de clases.
El neoweberianismo de F. Parkin es curioso porque prescinde por completo de los textos de Weber sobre las clases y recrea la teoría a partir de otro concepto weberiano pero sacado de sus estudios de historia económica: el concepto de acaparamiento de oportunidades y de cierre social. Es el dispositivo de cierre social como poder colectivo de exclusión colectiva el que se convierte en ariete de su concepción de las clases. Cierre social supone un poder de maximizar recompensas limitando a otros el acceso a las mismas, invocando atributos como motivos de exclusión. Es la monopolización por prácticas excluyentes usando atributos grupales que definen a otros como “los extraños” o “ajenos”.
El interés de este punto de partida se potencia porque los rechazados o sea quienes intentan acceder a esos recursos u oportunidades, resisten el cierre con lo que Parkin llama intentos de “usurpación”. El interjuego de cierre y usurpación es la dinámica específicamente clasista y forma las clases en torno al control sobre recursos “valiosos” = tierra, armas, conocimientos esotéricos, etc. La monopolización de recursos claves deben reproducir y perpetuar esta capacidad de excluir a otros, y las acciones de usurpación que se le oponen siempre son portadoras de nuevos criterios distributivos de “justicia”.
Parkin contra Parsons y Dahrendorf reafirma el apotegma marxista: las clases se forman en la lucha y también que el cierre social más importante tiende a ser el de la propiedad privada de los medios productivos basada en el derecho hereditario. Se opone con ello a la devaluación de la importancia de la propiedad a favor de la división del trabajo y los roles ocupacionales, típicas de la teoría de la estratificación del funcionalismo, y se opone a la exacerbación del poder de mando y decisión que enarbola Dahrendorf.  Se opone en definitiva a la desvalorización funcionalista o weberiana de la propiedad.
En cambio muestra otro tipo de cierre social del capitalismo avanzado: los tìtulos educativos como control de entrada y cierre social sobre posiciones claves.
Finalmente Parkin ofrece análisis de cómo aquellos que intentan usurpar o romper los cierres sociales pueden a su vez ejercer el cierre social sobre otros: los obreros blancos comunistas en Sudáfrica eran racistas, lo mismo los sindicatos irlandeses contra los católicos, etc. A estos fenómenos lo llama el cierre social dual.

martes, 2 de abril de 2019


Reflexionando, una vez más, sobre el concepto de estructura de clase
Erik Olin Wright
El autor intenta añadir complejidad al concepto de estructura de clases. Esta es una precondición para poder realizar el análisis de clase. Otros elementos como la formación de clase, la lucha o la concienca de clase necesitan del conocimiento de la estructura para poder relacionarlas. Los postulados de los que partes son los siguientes:
·         La estructura de clase impone límites sobre la formación de clase, la conciencia de clase y la acción colectiva.
·         Las estructuras de clase establecen las líneas cualitativas de demarcación social en las trayectorias históricas del cambio social.
·         Y además estructuran el conflicto social dentro de cada modo de producción.
En este intento, si bien trata de analizar de qué manera la estructura de clases se intersecta con las vidas individuales, éstas no son reductibles a las propiedades de los individuos, como lo señala el individualismo metodológico. Aunque sí sería esencial que el análisis incluya microfundamentos. Es decir, se trata de entender como los contextos macro constriñen los procesos individuales y cómo las estrategias de los individuos afectan a los estados macro.
La estrategia básica llevada adelante por el autor ha sido la de analizar de qué manera las relaciones de clase atraviesan los empleos específicos existentes en la sociedad, estos son “lugares vacíos” que ocupan los individuos en los lugares de producción. A diferencia del marxismo clásico, señala que estos pueden tener un carácter de clase múltiple, y a veces, hasta contradictorios.
Las estructuras de clase designan mecanismos reales y estos son procesos generadores de efectos. Por ello una de las tareas a realizar es la de intentar clasificar los tipos de efectos que dan contenido teórico al concepto de estructura de clase. Desde el marxismo se destacan principalmente tres tipos de efectos: los intereses materiales, las experiencias de vida y las capacidades para la acción colectiva.
Con el término experiencia vivida se refiere a las experiencias comunes que comparten un grupo de clase con intereses materiales comunes, como por ejemplo, la clase obrera, en la que podemos observar tres tipos de experiencia: la de verse obligado a vender su fuerza de trabajo para vivir; la de ser dominado y controlado en el trabajo; y, la incapacidad de controlar la asignación del excedente social.
Pero, las experiencias de vida difícilmente puedan proporcionar un fundamento adecuado, dada la dificultad de encontrar una estrategia sistemática de especificación de patrones comunes de experiencias que habrían de ser definitorios de la pertenencia a una clase. Quizás podría encontrarse una matriz de experiencia común a nivel abstracto, pero sería mucho más dificultoso en un plano más concreto. Por otra parte, se presentaría el problema de que experiencias de vida originadas en situaciones sociales no definibles en términos clasistas podrían tener un valor predominante desde el punto de vista existencial.
La capacidad para la acción colectiva es la capacidad de la clase obrera para la lucha colectiva transformadora y se puede presentar principalmente por dos razones: los trabajadores son los productores directos dela riqueza social y poseen colectivamente, el conocimiento necesario para organizar la producción social. La concentración y centralización del capital provocada por el capitalismo permite el contacto y la interdependencia del conjunto de los trabajadores, lo que facilita el contacto para la acción.  
Pero de la misma manera que la experiencia vivida, la distribución de capacidades de acción colectiva no podrían considerarse como un fundamento al concepto de estructura de clase debido a que estas capacidades son extremadamente complejas y desbordan el marco estricto de las relaciones de producción.
Con respecto a los intereses materiales Wright señala que estos se comprenden como una respuesta a la pregunta “quienes obtienen qué y cómo lo obtienen”. Las relaciones sociales determinarían un conjunto de mecanismos mediante los cuales los individuos accederían a los recursos materiales y al producto social generado por estos recursos. Un grupo de actores compartirían intereses materiales comunes afrontando situaciones similares en la búsqueda del bienestar y el poder económico. Es decir, que los característico del concepto de interés de clase sería el de poner de manifiesto que los individuos situados en una misma posición de clase donde los cursos de acción y las alternativas estratégicas de que disponen son los mismos, que además los diferencias y oponen a los de los integrantes de otras clases.
Para realizar la atribución de intereses de clase a los actores sociales es necesario poder identificar los intereses intrínsecos, es decir aquellos objetivos que uno intenta conseguir mediante estrategias particulares. Estos serían objetivamente existentes. Los intereses instrumentales serían aquellos organizados en torno a los medios necesarios para realizar aquellos fines.
Por un lado, los actores tienen un interés objetivo en incrementar su capacidad de actuar, por otro lado, tienen un interés objetivo en mejorar su condición económica. Pero la atribución de intereses objetivos se puede tomar como punto de partida del análisis y como elemento constitutivo de las clases porque estos son objetivos potenciales de los agentes de clase.
Para el modelo de estructura de clase toma como punto de partida la diferenciación de tres dimensiones en las relaciones de producción capitalistas: el control sobre los medios físicos de producción, el control sobre la asignación de los recursos y el control sobre la fuerza de trabajo. Los dos primeros son relaciones de apropiación, mientras que el último define relaciones de dominación y autoridad. De acuerdo al autor, no existiría una correspondencia perfecta entre el lugar ocupado por los actores en las relaciones de producción según cada uno de estos aspectos. Y además su situación respecto a cada uno de ellos no es de blanco o negro (control total o nulo), sino que se observan situaciones intermedias.
De esta manera se construye una matriz compleja de relaciones de clase donde se encontrarían dos posiciones polares, burguesía y proletariado, caracterizados por la posesión o desposesión absoluta de los medios de producción, pero también situaciones contradictorias caracterizadas por disponer de un grado intermedio de control de algunas de las dimensiones y por una desigual situación en el conjunto de todas  ellas, es decir, posiciones que están simultáneamente en dos clases. Esta idea de posición contradictoria de clase señala que una determinada posición no necesariamente debe estar en una determinada clase social, puede estar simultáneamente en más de una clase. Para que tenga sentido señalar que una posición pueda estar simultáneamente en distintas posiciones de clase, debe ocurrir que las mismas relaciones de clase sean multidimensionales.
Existen dos tipos de situaciones contradictorias: dentro del modo de producción capitalista y entre el modo de producción capitalista y el modo de producción mercantil simple. En las primeras, donde los agentes se encontrarían realizando prácticas burguesas y en otras prácticas proletarias. Por ejemplo, los directivos que no ostentan propiedad de los medios de producción pero tienen capacidad de decisión sobre su uso y ocupan una posición a la vez dominante y subordinada en las relaciones de autoridad. En las segundas, se diferencian posiciones contradictorias entre la burguesía y la pequeña burguesía y posiciones contradictorias entre pequeña burguesía y proletariado, trabajadores semiautónomos que no poseen los medios de producción, pero tienen una capacidad sustancial de dirigir su propia actividad productiva.
Para poder definir mejor el concepto de estructura de clases Wright toma las relaciones de explotación como principio para definir la posición de clase. De acuerdo con Roemer, entiende por relación de explotación aquella que existe entre dos individuos o grupos de tal modo que el bienestar material de uno de ellos tiene como condición el malestar del otro. Y el origen de la explotación se encontraría en la desigual distribución de la propiedad de los bienes productivos, donde diferencia entre: fuerza de trabajo, medios físicos de producción, bienes organizacionales (toma de decisiones) y cualificaciones. La situación de cada uno de estos bienes es central en la definición de un modo de producción, al cual corresponden distintos mecanismos de explotación.
A partir de estas relaciones de explotación se identifica una serie de esquemas dicotómicos de explotación y clase que corresponderían a “tipos puros” de modos de producción. Aunque en las sociedades reales no existirían estas clasificaciones sino interpenetradas o articuladas entre sí.
Por ello es necesario construir mapas de las clases presentes en las formaciones sociales en las cuales coexisten varios modos de producción. En las cuales se presentarán clases que ocupan posiciones de explotado de acuerdo con uno de los ejes de la relación de propiedad y de explotador de acuerdo con otros. De esta manera construye un cuadro de 12 posiciones de clase donde se incluyen dos clases puras (burguesía y proletariado), la clase propia del modo de producción mercantil simple, y una serie de posiciones contradictorias en las relaciones de explotación, que son explotadas según el eje de la propiedad de los medios de producción, pero ocupan posiciones explotadoras en los ejes de los bienes organizacionales o las cualificaciones. A esto habría que sumarle la posterior complicación que supone la introducción de la existencia de posiciones intermedias a lo largo de cada uno de estos ejes (supervisores, trabajadores calificados, etc.).
Podemos advertir entonces que Wright utiliza dos estrategias, la primera, donde una posición determinada podía estar simultáneamente en dos o más clases; la segunda, la idea de que una posición determinada podía estar situada en función de uno o más de un mecanismo de explotación. Pero luego introduce una complejidad más, ya que señala que el vínculo simple entre individuos entre empleos y clases tiene que ser modificado de varias maneras. Por un lado, reconociendo que los individuos pueden ocupar más de un empleo formal y que los intereses materiales clasistas no estarían ligados directamente con los empleos en cuanto tales. Por otro lado, la descripción de la estructura de clases debe incluir las posiciones mediatas de clase, es decir, posiciones que se deriven de los diversos tipos de relaciones redes sociales más que directamente de los diversos tipos de relaciones de producción. Asimismo, un análisis de la estructura de clases debe tomar en consideración lo que puede denominarse la dimensión temporal de los intereses materiales, especialmente en la medida en que estos van ligados a las carreras.
Trabajo Práctico
Elija una de las siguientes:
Con relación a la experiencia de vida, Wright señala que “Las feministas han señalado correctamente que la experiencia vivida de las mujeres de la clase obrera es, en muchos aspectos, claramente diferente a la de los hombres” Pág. 45. Comente la frase y de otro ejemplo en relación a esto.
Comente y de ejemplos relacionados con la siguiente frase “Lo que se necesitaba pues era un concepto de estructura de clase que permitiera sistemáticamente que otros factores causales despeñaran un papel en la traducción de las estructuras de clase a formaciones de clase. El concepto de las posiciones contradictorias contribuye a abrir este espacio teórico.” Pág. 63.
Comente la siguiente frase de la pág. 91:”Estos tipos de situación definen un tipo de específico de complejidad de la estructura de clases, pues ciertos individuos pueden ocupar una posición diferente en la estructura de clases según sus empleos y según sus inversiones. El trabajo y la propiedad de capital pueden ir sueltos”.

Reflexionando, una vez más, sobre el concepto de estructura de clases, Erik Olin Wright

Texto de apoyo Unidad V- Aproximaciones al análisis de clase y los antagonismos en las sociedades latinoamericanas contemporáneas

 2 Links para la bibliografía Unidad 5   https://drive.google.com/drive/folders/1fFl4eZkp5OLyNMZZslu7sR1PMLY8p66z?usp=sharing https://drive....