sábado, 18 de abril de 2020

TP 1 Unidad 1 (entrega 24/4)


TRABAJO PRACTICO 1 Unidad 1 (colgar antes del 24/4)

Elija uno y solo uno

DIFICIL
Elija un antagonismo social extraído de un caso o proceso histórico a elección o de algún proceso de movilización o conflictividad social contemporánea (preferentemente de A. Latina –en adelante Abya Yala- o Argentina) descríbalo brevemente en términos de los polos enfrentados y trate de analizarlo en términos del esquema marxiano de la doble negación (determinaciones opuestas de existencia; determinaciones opuestas de esencia).

MODERADO
Infórmese periodísticamente de las movilizaciones recientes de estudiantes en Chile y Colombia, o de las protestas indígena campesinas en Ecuador (un caso solamente) e intente describir a los grupos movilizados teóricamente como clases, estamentos, estratos.

FACIL
Proponga lo que crea que es una clase social de nuestro país e intente describirla en términos de los atributos de G. Gurvitch.

  

Texto de apoyo Unidad 1 (2da. Parte)


Texto de apoyo Unidad 1 (2da. Parte)

La clase: un concepto escurridizo para un objeto disoluto

Marcelo Gómez y Daniel Contartese

No está demás comenzar por una digresión antropológica: la especie humana se caracteriza por la “neotenia”, es decir por la inmadurez completa de respuestas de subsistencias del neonato humano que lo hace completamente dependiente del colectivo en el que nace. La forma en que el grupo organiza sus diferencias (de generaciones, de sexo, de habilidades, fuerza, parentesco y salud en las sociedades arcaicas) para perpetuar el grupo tratando de asegurar la vida de los neonatos, introduce la cuestión de qué diferencias son significativas y cómo se ordenan entre sí. En la mal llamada sociedades “primitivas” (hoy se dice “ágrafas”), la perpetuación biológica queda atada a la organización de estos sistemas de diferenciación interna: por ejemplo, el hombre joven procura el alimento y defiende o ataca a otros hombres, las mujeres cuidan la cría y almacenan y cocinan, los ancianos se encargan de cohesionar al grupo en torno a creencias comunes, decidir sobre cuestiones importantes de organización para la subsistencia colectiva, y trasmitir los saberes a las nuevas generaciones, etc.
En las sociedades urbanas con estados mínimamente organizados premodernas los principios generales de organización de diferencias jerárquicas conocidos históricamente son el esclavismo, las castas, y los estamentos. En la sociedad urbana industrial moderna el sistema conocido son las clases sociales. Son cuatro principios distintos de organizar la diferenciación y las asimetrías sociales.   
Los textos de esta unidad se focalizan en la determinación de la naturaleza, especificidad y campo de aplicación de la categoría clase como instrumento de análisis sociológico por antonomasia. En cierto punto la suerte de la sociología estuvo y está (¿?) atada a la suerte de la categoría “clase”.
En este sentido, a los textos de esta Unidad 1 les subyacen cuestiones epistemólogicas y ontológicas: ¿qué buscamos decir cuando hablamos de “clase”? y ¿qué es lo que efectivamente decimos? ¿qué es lo que en definitiva llegamos a designar como clase?
Los textos de Giddens (1992: 247-286) y Crompton (1994: 17-41) ofrecen una aproximación al concepto y las temáticas propias del campo de estudio de las clases.
Claramente se inscribe en el intento de entender los procesos de diferenciación social en las sociedades modernas. Es decir, se parte de la pregunta por las diferencias relevantes según generen agrupamientos que son importantes para la vida social: las clases son macrodiferenciaciones que albergan la esperanza de entender vastos fenómenos de la vida en sociedad. La cuestión de cómo las distribuciones diferenciales materiales y simbólicas determinan extensamente la suerte o el destino social e individual es la que se encarna en cualquier analítica de clases.
Clase es un concepto moderno que surge con el capitalismo industrial y esto supone su especificidad analítica e histórica. Clase se diferencia de manera bien nítida del Esclavismo (regido por la violencia), los sistemas de Castas (regidos por las creencias del karma y el dharma) o de Estamentos (regidos por el derecho de costumbre y el linaje de la sangre) en la medida en que las diferencias no se establecen por principios o prescripciones exteriores (divinidades, tradiciones o creencias, imposición forzosa, imposición legal, etc.) a la interacción social misma, y sus fronteras lejos de ser cerradas y rígidas, son abiertas y cambiantes. La llamada movilidad social (en sus formas vertical, horizontal, ascendente, descendente, inter e intrageneracional) es inherente rasgo propio del principio de diferenciación clasista.
La esclavitud determinada por la fuerza, las castas por la religión, y los estamentos por la tradición, son principios de diferenciación que pueden coexistir fácticamente o históricamente con los clasistas, pero tienen que ser diferenciados analíticamente. Las sociedades donde el principio clasista es el dominante consagran la igualdad de los individuos ante la Ley y el poder político y la igualdad de tratamiento de la Ley y el poder político ante los individuos, obviamente aunque esto tenga mil trampas de hecho.
El siguiente cuadro puede contribuir a entender la especificidad histórica del concepto de clase.
Sistema de
Diferenciación
Social
Fuente predominante de asimetría
Criterio de perpetuación
Forma del lazo social y justificación
Esclavitud
Propiedad de personas como si fueran cosas
Fuerza / Factico.
Separación, cerrada.
Excepcionalidad de manumisión por mérito o servicios.
Amos y esclavos
Interioridad asocial o natural de nexo de asimetría absoluta (esclavo=buey)
Racismo, biologicismo, superioridad natural o no reconocimiento de humanidad
Castas
Religión / Rito (cuerpo divino =cuerpo social)
Adscriptivo hereditario fijo y cerrado. Separación estricta, cerrada sin excepciones. Solo movilidad por metempsicosis (“kharma”-“dharma”)
Puros e impuros, el contacto mínimo estrictamente ritualizado para evitar  la contaminación.La confusión o mezcla es pecado. Exterioridad del nexo con reconocimiento de humanidad
Estamental (“Estados”)
Costumbre/Ley
Voluntad de Dios
Adscriptivo (linaje, parentesco) hereditario variable. Cerrada con separación no estricta y  selectiva
Señores/Nobles y Siervos/Vasallos
Asimetría de jerarquía fija formalizada por ley consuetudinaria cuya violación es crimen.
Exterioridad relativa del nexo con reconocimiento y reciprocidad.
Clases
Propiedad de cosas y
condiciones de producción y reproducción de la vida material.
Principio del “efecto distribucional”
Adquisitivo (resultados de acciones e interacciones  electivas)

Abierta, movilidad y no imposición de separaciones. Igualdad y libre disposición de propiedad.
Poseedores/desposeidos; ricos/pobres; capitalistas/obreros, etc.
“Merito” o “Explotación” como forma no natural de diferencia. Asimetrías producida socialmente.Interioridad del lazo social, jerarquía móvil. Intercambio y reciprocidades legalmente protegidas.

En los sistemas clasistas las diferencias no pueden establecerse ex ante por ningún otro orden previo a la interacción social misma. La clase es un concepto de secularización y terrenalización de la diferenciación social: las diferencias, asimetrías y jerarquías son las que producen les humanes mismes en sus relaciones materiales y simbólicas. Las clases son “móviles” y contingentes y no fijas. Las clases suponen un giro de la diferenciación jerárquica basada en lo adscriptivo- heredado -fijo, a unas asimetrías dinámicas basadas en lo adquirido- producido- móvil.
Entre los fenómenos que se incluyen en el ancho campo de aplicación del concepto de clases tenemos: la identificación de aquellos bienes materiales o simbólicos que operan las diferenciaciones clasistas merced su control o la exclusión de los mismos (estructura de clases), las formas sociales concretas en que se plasman las clases en la vida social (formación de clases, estilos de vida compartidos, organizaciones de clase), las manifestaciones de identidad, ideología o la subjetividad con que se revisten las diferencias clasistas (conciencia de clases), los enfrentamientos o conflictos entre las clases (lucha de clases, política de clases), las interrelaciones de las diferencias clasistas con otros sistemas de diferencias no clasistas (género, etnia, nacionalidad, religión, edad, subcultura, etc.).  
Problemas como qué tipo de bienes son estratégicamente “diferenciantes” en una situación o momento dado, cómo se constituyen históricamente colectivos clasistas, cómo se dan a sí mismos creencias, identidades, cultura, cómo el papel de la mujer, el estado-nación, las creencias religiosas, las relaciones intergeneracionales o las culturas grupales se conectan con los procesos clasistas son macrotemas típicos del análisis de clases.
El atravesamiento por el género aparece en cuestiones como las mencionadas por Giddens: las dificultades para definir empíricamente la clase objetiva sin tomar a la mujer cónyuge y el fenómeno de “refuerzo de género” de la condición de clase. Las cuestiones de la conciencia aparecen en temas típicos como las discrepancias entre condición de clase objetiva y percepción subjetiva. Los solapamientos entre clase- etnia/credo/subculturas, y sus tensiones son objeto de numerosos trabajos sobre la etnificación de las relaciones de clase, las clases “nacionales”, e incluso la reinterpretación clasista de las pertenencias religiosas.
Ahora bien, si el advenimiento de un concepto como clase significa el abandono de explicaciones extrasociales rectoras de las diferencias y jerarquías, aparece la cuestión de qué criterios son los que operan en un sistema de diferencias sociales autogeneradas por las mismas relaciones sociales.
El pensamiento social desde el siglo XVIII ofrece dos grandes tradiciones contrapuestas por no decir fuertemente antinómicas.
Por un lado la tradición “libertaria”, del pensamiento crítico, revolucionario, marxista, socialista o anarquista, que propone un principio “relacional” que rige la producción social de las diferencias, según el cual  una posición ventajosa supone mantener en desventaja a otras, o el control de determinados bienes supone necesariamente la privación para el resto. El modo de distribución social de todo tipo de bienes está determinado por las distribuciones de partida de determinados bienes “claves”, y la interacción social misma tiende a reproducir ampliada dicha distribución asimétrica inicial. La especificidad de la relación entre los grupos es causa y consecuencia de determinados efectos distributivos. Esto significa que las clases tienden a polarizarse, compactarse, consolidarse y enfrentarse. El pato de la boda de este planteo tiende a ser el de la “movilidad” de clases. Las clases tienden a concebirse como grupos cerrados antagónicos y por tanto el concepto de clase no termina de realizarse cabalmente porque si los grupos no son abiertos no serían clases.
Pero a este punto de vista se le opuso desde siempre el del “liberalismo” amable británico (Spencer) o más enjundioso francés (Tocqueville): las diferencias sociales obedecen a  oportunidades, mérito, eficiencia, desigualdad de resultados por diferencias de capacidad y esfuerzo, dando lugar a un sistema de “estratificación” que expresa diferencias graduales legítimas por recompensas diferenciales en un sistema de premios y castigos a las contribuciones individuales al conjunto social. La fuerza del reconocimiento, el logro, el prestigio, etc. son las que impulsan la lucha interindividual por el “estatus” y la sociedad se ordena inestablemente por diferencias móviles. El pato de la boda de este planteo que sustituye la clase por el estrato tiende a ser la pérdida del carácter colectivo y de la efectividad histórico-causal del concepto de clase.
Los estudios de estratificación se inscriben en una teoría más descriptiva que explicativa y tienden a considerar los “estratos” como artificios o agregados estadísticos útiles para una descripción morfológica de la estructura social. Las clases vistas como estratos son “objetivas” pero solo estadísticamente. Los estratos serían bastante estériles desde el punto de vista de su papel en la vida social y en la historia.
Es decir, algunos teóricos señalaran que la desigualdad constituye un rasgo característico de toda sociedad compleja y que estas tienen efectos necesarios y positivos. Este es el conocido argumento neoliberal que distinguirá entre las igualdades legales o formales (la igualdad ante la ley o la igualdad de oportunidades) de las igualdades de resultados. Y apuntarán que la búsqueda de igualdad de resultados mediante políticas públicas contradice el principio de igualdad legal o formal. Otro argumento utilizado por los neoliberales es que las desigualdades materiales son beneficiosas  y positivas en las sociedades modernas porque de esa manera se propicia la innovación y el avance tecnológico. Es decir, el capitalismo es eficiente porque es desigual y los intentos dirigidos hacia la igualdad pueden tener como consecuencia su destrucción.
Estos argumentos neoliberales tienen su paralelo en la teoría sociológica funcionalista que afirma que la desigualdad es un “mecanismo inconsciente” por el cual las sociedades se aseguran que las posiciones más importantes sean ocupadas por las personas más calificadas. En la sociedad habría grupos diferentes, pero no por eso antagónicos, descriptos como “estratos” socioeconómicos y no como “clases”. Dos argumentos son explicados por los funcionalistas para explicar y justificar las desigualdades materiales:
1.         Las recompensas desiguales proporcionan una estructura de incentivos que garantizan que los individuos más talentosos se esforzaran e innovaran.
2.         Legitimidad de las recompensas diferenciales ya que esos innovadores son indispensables para el funcionamiento de la sociedad.
El principio del estrato instaura espacios predefinidos escalarmente: ingresos, empleo, educación, vivienda, etc. La cúspide, es decir, los estratos superiores que reúnen los niveles más altos en cada espacio, funciona como omega y motor motivacional del resto. Los estratos se ordenan de arriba para abajo. Sólo viendo a quienes detentan la mayoría de los bienes, se puede suponer cuáles son los bienes estratégicos más valiosos. Las escalas siempre se piensan desde lo alto.
El siguiente cuadro puede ayudar a entender el punto.

Principio de la clase/relacional
(Marx, anarquismo, pensamiento radical)
Propiedad de medios de producción de la vida material
Tipo de lazo social
Nexo interno: criterio monótono, oposición, explotación, opresión, polarización, lucha, objetividad, politización.
Tendencia a la fijación dicotómica, fronteras cerradas y concentración/pauperización.
Principio del estatus/gradacional
(Tocqueville, Weber en la lectura parsoniana)
Propiedad de medios de reproducción de la vida social
Tipo de lazo social
Nexo externo: criterio múltiple, pluralidad de diferencias, distancias, niveles de reconocimiento y estima social, relaciones de competencia, emulación y comparación, remuneración, gastos, educación, cultura, subjetividad, etc.
Tendencia a la variabilidad y escalas gradacionales, fronteras abiertas y despolarización distributiva con alta movilidad.

Los bienes estratégicos se convierten para los que están debajo en bienes codiciados, recompensas esperadas: existe un supuesto de universalidad aspiracional, las escalas son válidas bajo el supuesto que los individuos que son estratificados en ellas comparten la deseabilidad de las posiciones más altas. El principio fundamental competitivo de la homogeneidad compartida universal de aspiraciones (riqueza, prestigio y poder) nos mete de lleno en el funcionalismo. Las teorías estratificadoras no pueden evitar este supuesto de homogeneidad de escalas de valoración y de legitimación de las posesiones de las capas superiores. El supuesto es que la distancia fundamental en las escalas está entre cada individuo y los que están en la cúspide. Caben pocas dudas que este andamiaje sociológico para entender las diferencias sociales convalidan los supuestos ideológicos individualistas, meritocráticos, competitivos. No puede evitar notarse la presencia de Tocqueville con su idea inspirada en lo que vio en América del Norte de “sociedad desigualitaria sin clases” donde los individuos librados a sí mismos, a sus propias capacidades, compiten unos con otros sin ataduras de ningún tipo con el solo objeto de ascender en la búsqueda de riqueza, poder o prestigio.

De acuerdo a esto, el principio analítico de las diferenciaciones sociales por clases da lugar a una visión de “clases-fuerte” y una visión de “estratos-debiles”, lo nos lleva a la espinosa cuestión de qué tipo de entidad social son las clases. Para ello es inmejorable la vieja contribución de G. Gurvitch (1971: 185-217) que repasa todos los atributos conceptuales posibles de la categoría clase y su especificidad diferencial respecto de otras categorías sociales.

1)    Son “agrupamientos” de hecho, no de derecho. Emergen de la vida social y no derivan de principios o poderes extrasociales. Al igual que género, edad o etnia, “participamos” de ellos como quien habla en prosa sin pensarlo.
2)    Tienen vasta escala y son perdurables por lo que son fuertemente gravitantes en la vida social total.
3)    No son “voluntarios” (un club) ni coercitivos “artificiales” (una institución) sino que incluyen todo tipo de agrupamientos. Son macrocosmos de agrupamientos donde las relaciones sociales no son inmediatas o directas sino “a distancia” es decir, compartimos la condición de clase con muchos otros completamente desconocidos con los que nos relacionamos a través de mediaciones organizacionales y simbólicas muy espesas.
4)  Son necesariamente abiertos y no pueden forzar ni la entrada ni la salida más allá de condicionamientos o presiones difusas. No obstante ofrecen una “estructuración” inorgánica (no son un grupo formal organizado) pero intensa (tienen infinitos dispositivos de propagación, articulación, socialización, identidad, cultura, iniciativas políticas, etc.)
5)    Son suprafuncionales, es decir, asumen la tarea de constituir el orden social global a su imagen y semejanza. Esto significa que son “portadores” de orden social frente a otros colectivos o clases. La existencia práctica de las clases es justamente este intento perpetuo de controlar y regir el orden social.  
6)    Son antagónicos o incompatibles: disputan obligadamente con otros en virtud de su pretensión suprafuncional, incluso contra el estado o las Iglesias. Resisten la influencia de la sociedad global y de otros grupos. Son “colectivos divisionistas” en la medida que su mera existencia plantea la exclusión activa y el intento de desplazar a otros o a someterlos a sus designios.

Aunque el léxico usado por Gurvitch es arcaico, creo que contribuye a entender el carácter esquivo y disoluto del concepto de clase. Por supuesto también contribuye a refutar los planteos más nominalistas como el de Portes (2003) para quien la clase es un recurso heurístico-explicativo de primer nivel pero a la que no se le puede asignar una eficacia social o actuación histórica concreta. Las clases serían solamente una forma sociológica de “llamar” determinados fenómenos. No son grupos reales, no son sujetos de acciones, no son agentes históricos, lo que no quita que no pueden obviarse para explicar todo tipo de hechos o procesos sociales, políticos o culturales.

Por último cabe incluir un adelanto de la  problemática contemporánea sobre las clases a saber, el progresivo proceso de reconfiguración de los enfoques fundacionales de Marx y Weber (ver el texto de Gomez, 2014: 38-57)  y lo que traen de nuevo los teóricos “posclásicos” (ib ídem, 57-79).  

La influencia de los descubrimientos de la antropología acerca del peso de lo simbólico-ritual y del lenguaje en el comportamiento humano (“violencia simbólica” en Bourdieu, “eficacia de los simbólico” en Levy Strauss), con las indagaciones de la psicología profunda acerca de las motivaciones inconcientes,  los hallazgos de la psicología de los procesos cognitivos y del aprendizaje (especialmente las teorías de la disonancia cognitiva y de las actitudes), y por las teorías de la elección racional y las teorías de los juegos estratégicos, han llevado al abandono progresivo de los esquemas explicativos toscos basados en efectos automáticos de factores estructurales (leyes de la acumulación o del mercado). La combinación de estos avances en las ciencias sociales y humanas con las heterodoxias de diversos tipos y los cruces y préstamos entre las tradiciones marxianas y weberianas, la reformulación de algunos elementos weberianos y las fuertes revisiones en el universo del marxismo occidental, hicieron que los estudios que he denominado “posclásicos”, desde los años 60 en adelante, abandonen en buena medida los supuestos de la programática clásica y abran un nuevo panorama para la comprensión de la sociedad de clases del capitalismo avanzado.

Ahora bien, los mencionados desarrollos posclásicos intentan, más resuelta o más tibiamente, romper con el canon heredado: desestiman cualquier orden presocial como diferenciador y tratan de mantenerse en el plano relacional de las prácticas diferenciadoras que pasan a constituir la dimensión central mientras los agrupamientos o efectos distributivos sobre los individuos son contingentes o secundarios.

El siguiente cuadro ayuda a entender el mosaico de principios teóricos sobre la producción social de diferencias.

Principio diferenciador
Principios exosociales – Esclavitud: se diferencia con criterio que separa lo no humano o lo no social
Suprasocial – Castas y estamentos: se diferencia con criterio mítico, religioso o tradicional.








Presocial





Estratos
Distribuciones múltiples no relacionales definidas presocialmente por la cúspide.  Determinación social posicional: las posiciones son consecuencia de prácticas de los agentes en espacios uniformes por sus resultados “ordinales” (NES, Capital cultural, radicalidad política, etc.) Combinación de estático (espacios homogéneos de recompensas) y dinámico (resultados de prácticas).
Clase
Clase posicional estática (tradición fundacional weberiano-marxiana)
Distribuciones monótonas relacionales privilegiantes presociales intramundanas (capital, mercado) con plano de inteligibilidad propio como explicativas de posiciones y prácticas. El orden se independiza de las acciones, lo importante ocurre a espaldas de los sujetos (leyes de la acumulación o la utilidad marginal).


Intrasocial


Clase relacional dinámica (desarrollos posfundacionales)
Relaciones antagónicas y prácticas que distribuyen, bloquean, enclasan. Las prácticas enclasan relacionalmente y las posiciones o locaciones están sujetas a la lucha y el conflicto. 

          Los estudios posclásicos han tendido a cultivar dos rasgos decisivos:

          a) No separan estructura y acción. Como señala Crompton (1994: 213) para los nuevos enfoques sobre la estructura de clases, la misma estructura ocupacional, lejos de ser un hecho dado y fijo -emanado de los procesos económicos o como resultado del mercado o la acumulación- se convierte en “fluida”, en tanto las mismas distribuciones de recursos y lugares son constante objeto de luchas, estrategias individuales y colectivas. La misma estructura ocupacional no podría conocerse realmente de manera separada e independiente de las luchas de clases.
          b) Hacen converger los criterios fundamentales de propiedad, conocimiento y poder, que entran en combinaciones y relaciones de superposición, sustitución o equivalencias cambiantes dando lugar a procesos de conversión entre unos y otros.

Los enfoques posclásicos desarrollaron mayor sensibilidad a las interacciones y mediaciones entre estructura y acción, y al reconocimiento de que las acciones tienen un rango amplio de incidencia sobre las supuestas estructuras.

Aunque todos los desarrollos de la teoría de las clases contemporáneas intenten romper con los residuos no secularizados del paradigma de los padres fundadores y se noten considerables avances, no han logrado enhebrar una conceptualización de clase que definitivamente rompa con ese cordón umbilical. Lo fundamental de la inspiración de estos tipos de teorización pasa por el intento de centrarse en lo relacional del concepto y al mismo tiempo no dejarlo deslizar por la pendiente de las lógicas extrasociales.

Postee como comentario: si considera útil este texto y qué rescatan cómo lo que más les interesó del texto, qué dudas o consultas les suscita este texto de apoyo y/o lo que leyeron en la bibliografía citada.

Devolución temas propuestos y por textos optativos.

Tema organizativo:
1) Las propuestas de temas - eje (que van a servir también para el trabajo final de evaluación) tienen que colgarlas en la solapa TEMAS de este blog.  Hay vamos a hacerles las devoluciones pertinentes.
2) Los resúmenes de los textos optativos elegidos los tienen que colgar en la pestaña RESUMENES
3) Habida cuenta que se prevé retomar los cursos presenciales de acuerdo a nuevo calendario el 1/6. Les propongo que hasta esa fecha cursemos solamente las unidades 1 y 2. Luego revemos cómo queremos continuar. Recuerden que los TPs son obligatorios aunque no evaluables.

Temas observaciones sobre contenidos

Lucía tendría que colgar el tema que propone pero algo más desarrollado o especificado. ¿qué preguntas te haces sobre las diferencias de clase en el profesorado? sería un buen punto de partida. El texto de Ossowsky me encanta porque es "Poco Ortodoxo" así que tratá de honrarlo ja ja.

Marina con el tema de SACRA está muy bueno y complicado y va a ser una suerte de prueba de fuego de hasta qué punto el concepto de clase soporta un fenómeno como el de un sindicato de amas de casa. El hecho que tengas dudas sobre su aplicación hace mucho más interesante el tema. El texto de Caligaris está muy atada a la teoría del Capital pero igual tiene cosas muy interesantes sobre la metodología de Marx.

Federico: te faltó proponer algún tema eje para la cursada. El texto de Lefebvre es menos poco ortodoxo pero espero le saques filo. 

Texto de apoyo Unidad V- Aproximaciones al análisis de clase y los antagonismos en las sociedades latinoamericanas contemporáneas

 2 Links para la bibliografía Unidad 5   https://drive.google.com/drive/folders/1fFl4eZkp5OLyNMZZslu7sR1PMLY8p66z?usp=sharing https://drive....